jueves, 30 de octubre de 2008

Villa & Desierto Adentro


Hoy Jueves ha sido un día duro en la Seminci. No dormí demasiado anoche y lo he pagado en la segunda película, la de las 12:30. Tambien me olvidé las gafas y me senté bastante más delante de lo habitual, con la mala suerte de que en la primera película la cámara no para quieta, y acabé mareado.
Villa, la peli de las 9:30, es una producción argentina dirigida por Ezio Massa y ambientada en un ghetto de Buenos Aires, de nombre Villa. Comienza con la ceremonia de apertura del mundial de Corea y Japón del 2002 y finaliza despues del primer partido de Argentina.

Dicen que es una película sobre fútbol, pero en realidad el fútbol es sólo una excusa para retratar una forma de vida marginal donde es fácil acabar con un arma en el bolsillo. El guión, eso sí, lo sostiene el fútbol: paralelamente a la realidad está el mundial y los personajes tendrán que ideárselas para conseguir ver el partido de Argentina ya que no tienen televisión propia. Al final lo lograrán de diferentes maneras, que serán indicativas de sus maneras de ser y de su grado de conflictividad. Está contada a gran velocidad y cuenta sólo con dos actores profesionales, los demás personajes son vecinos del lugar. Me pareció un poco sosa hasta el final, que gana muchísimo en tensión. No me acordaba del resultado final del partido y no quería ni imaginarme que podría pasar si Nigeria ganaba. De todas maneras, aunque Argentina ganó finalmente 1-0 con gol de Batistuta no había final feliz posible.

Para entender los porqués de tanta oscuridad en Desierto Adentro, la segunda peli de la mañana, habría que pasarse un año entero encerrado en un pozo con su director, el mexicano Rodrigo Plá.

No recuerdo una película más siniestra en cuanto a la ambientación y la fotografía, más oscura. Se desarrolla casi al completo en el medio de la nada, en el más absoluto aislamiento, un desierto mexicano donde la imaginería apocalíptica y la superstición ocupan los únicos lugares importantes. Cuenta de manera despiadada y cruel el infierno personal de un hombre atormentado que va enloqueciendo poco a poco a través de la culpa y termina por ser verdadero culpable. Desierto Adentro describe el fanatismo religioso como el más autodestructivo de los fanatismos, que puede llegar a hacer estragos en la persona equivocada y arrastrar a toda una familia.

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