domingo, 21 de septiembre de 2008

Sueño

Día 20 de septiembre del 2008

Qué grandes son El Kun y Robinho. Lo comento con Diego Maradona sentados en un vagón del metro de Londres. Qué gran rematador es uno de ellos, creo que Robinho. Diego asiente. Hago la escenificación: balón que le llega, BUM, GOL, otro centro que le llega, BUM, GOL. Y Diego, de acuerdo. El ortodoncista anda tambien por ahí. Ha montado una atracción de feria muy peligrosa en la calle San Agustín, y tres niños giran a toda velocidad. Él los observa detenidamente. No sé si alguno de ellos morirá o será herido de gravedad. Golpean de vez en cuando contra la pared de los edificios en su vuelo. Giran a una velocidad vertiginosa. A mí me tiene que ver la boca, pero, como siempre, tardará mucho tiempo y quizás eso haga que me pueda pirar la segunda clase del año de matemáticas. En la primera la profesora me pilló, que no estaba copiando lo que explicaba. Empezamos mal, y eso que yo fui, y con buenas intenciones. Ir a la primera clase del año siempre supone buenas intenciones.

De todas maneras, yo no sé qué tomamos últimamente. Salimos mucho y acabamos desperdigados. El otro día por ejemplo estaba mi novia, y había mucha más gente. Estábamos como a la vuelta de una iglesia, quizás San Pablo, fuimos a un sitio que era como un peña, o una lavandería, y nos dieron algo. Como un trozo de papel, pero no era un ácido. Era algo muy concreto, cuyo efecto duraba menos tiempo. Debía ser una droga del amor, porque una chica se me abalanzaba y quedábamos tumbados en el suelo. Me preguntaba si habría tema, y yo le respondía que tenía novia, y que estaba justo enfrente, tambien tirada en el suelo, como todos, o sea, que no. Alguien escribía, así como en una especie de chat o sms a la chica que estaba conmigo, y le decía que se iba a tirar a ese tío tan grandón, o sea yo, y yo sentía pena por la chica, porque no iba a poder ser. Al final, cuando ya había que irse, la chica me daba un par de besos cariñosos en los labios y empezábamos lo que parecía la vuelta. La vuelta por esas ruinas de iglesias. Quizá la iglesia de San Pablo aguardaba a la vuelta de la esquina. Todos iban pedo, como de ketamina, caminaban super despacio, y nada podía hacer que se mantuviesen compactos. Volvía atrás, a buscar a mi novia. Un lío, pero está bien salir.

Pero bueno, el Madrid aún teniendo a dos megacracks como Agüero y Robinho sólo ha podido empatar con el Sevilla (a uno). Yo pregunto, y los del Betis bien, no?, Contentos, supongo. Me dicen, los del Betis mira tú, estaba dándole Pedro Guerra, a la guitarra, y allí estaban los del Betis. Es decir, les importaba una mierda el partido.

1 comentario:

miriam chacon dijo...

Vaya viaje, compañero, prefiero no preguntar si es sueño o verdá!