
Hoy miércoles a la hora de comer me llamó Bea y me dijo que Sergio Algora había muerto. Estaba enfermo del corazón y tenía 39 años. Cuando terminó nuestra breve conversación me puse a pensar en quién era para mí Sergio Algora, y a los cinco minutos me eché a llorar.
Me dí cuenta de que El Niño Gusano pone la banda sonora a toda una época de mi vida. Creaban una complicidad entrañable entre sus seguidores. Y la poesía de Sergio Algora, infantil, surrealista, circense, costumbrista y con un deje triste un poco macabro, me acompañó durante tanto tiempo...
Más o menos le seguí tambien con La Costa Brava, auqnue para mí siempre será del Niño Gusano y buena parte del indie patrio le pertenece.
Siento que me hice mayor de su mano, y me siento afortunado.
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