miércoles, 4 de marzo de 2009
Gran acuerdo entre España y Rusia
Gran acuerdo de Zapatero que espero que no se quede ahí y haya muchos más.
Dice ZP: "El turismo es un área económica preferente en la relación entre España y Rusia. ¿Por qué?. Porque hay un incremento de turistas españoles hacia Rusia, estamos ya en una cifra de 500.000 turistas al año. Por tanto hemos hecho un acuerdo para estimular, para favorecer, para follar, para apoyar ese turismo".
sábado, 24 de enero de 2009
Nacho Vegas debe mejorar

Hoy he estado viendo a Nacho Vegas en concierto. Me cuesta explicar lo que he visto. Un artista como él me despierta, al menos, todo el respeto del mundo. Nunca me he tomado el tiempo de escuchar sus discos con tranquilidad ("el fantasma de la transición"), nunca he sido muy fan. Pero nunca me ha disgustado su música.
Hoy empezaba su gira. Me entero a la salida del concierto de que se propuso como primer concierto Gijón, su casa. Él dijo que ni en broma, que ya estaba suficientemente nervioso, que Gijón no. Y vale que Asturias sea mucha Asturias, que Gijón sea mucho Gijón para Nacho Vegas, estoy con él (mal como efecto de mala voluntad), aún así hoy en Valladolid, despues de las tres primeras canciones se puso tan nervioso que a mí me despertó pena. Llegó a confesar, (ardió la virgen de las cabezas), que tenía una gran banda pero que él a veces no daba la talla. Muy grave.
Y así fué. Cuando el guaje que ya es paisano acertó con la afinación y se dejó llevar aquello sonó entre Jaume Sisa y Andrés Calamaro, entre Neil Young y Joaquín Sabina. Pero poco duró. Su micro falló y partir de ahí todo fueron despropósitos.
La figura de Nacho se erigió protagonista por cagadas tan graves como la susodicha confesión o el hecho de que tuviese una guitarra que, según él, "se le desafinaba una cuerda". Esta cuerda y su inseguridad hizo que interrumpiese la introducción de cinco o seis canciones, visiblemente nervioso, y terminase por tirar la toalla, en el bis.
Al salir, mucha polémica. Jaleo defendía que el concierto no había estado mal, pero, aparte del legendario concierto de Love en el FIB (al que no fuí), no supo decirme otro concierto más penoso. Y juntos hemos visto tropecientos.
Espero que le vaya mejor en sus próximos conciertos. Aquí terminó despertando zozobra
sábado, 10 de enero de 2009
Are you ready boots? Start walking.

Are you ready boots? Start walking.
Todas las palabras olvidé,
viernes, 19 de diciembre de 2008
Primavera Club
Después de estos coniertos de media tarde y ya bastante perjudicados con tanto himno al alcohol y tantos gintonics a 7 euros, totalmente felices de la vida (yo el que más, creo), nos fuimos Zara Kebab el Dr. G-Lups y yo de aquí para allá, y vimos por partes iguales a Mark Lanegan & Isobel Campbell, al Madrid vs. el Barcelona y a Giant Sand. La verdad es que estos últimos conciertos no pudieron ser vistos desde una perspectiva objetiva ni siquiera clara.
Cenamos por Huertas, jaleamos a Samuel y a Leo en uno de los bares más cutres que recuerdo (con una ensaladilla en platito como a 7 euros), desvariamos alegremente, y nos encontramos con los dos Osos, que nos brindaron cañas, mejillones y croquetas de morcilla.
Joe Crepúsculo: "Cariño, he encogido a la música"

El otro día mientras cenaba una combinación de fritos en la cocina de mi casa me preguntaba, ¿será Joe capaz de ser reconocido, con el tiempo, por una mayoría?, ¿diremos alguna vez que Joe cuando era joven hizo ésto y aquello?, ¿pasará a la historia de la música española? ¿llegarán a conocerlo (ya no digo gustarles) mi madre, mis tíos, mi hermana pequeña, mi abuela?. Y, realmente, en ese momento sentí que estaba planteando una cuestión de lo más filosófica, y me sentí un tío inteligente, cosa que sólo me ocurre cuando intento explicarme algo que se me presenta como inexplicable. Y todo esto tan surrealista gracias a Joe.
Esa misma tarde, antes de comprar esos fritos, iba por la calle, un frío espantoso, escuchando a Joe. E iba sonriéndole a la gente, y la gente se fijaba, ¡coño! un tío que va por la calle sonriendo. Fui al supermercado del corte inglés, me pasé como media hora mirando lenguas de cerdo y demás frikadas a un euro, y eso que ya no fumo porros. Lo que estaba haciendo en realidad, era escuchar a Joe. Porque la música de Joe, como el jazz, te permite hacer varias cosas a la vez. Estaba tan feliz que decidí ir hasta El Árbol para comprar esas croquetas caseras tan buenas que hacen y que no tienen en el corte inglés. Y mientras me las comía me preguntaba esas cosas tan profundas.
lunes, 15 de diciembre de 2008
Un buen concierto entierra otro buen concierto
Como diría Aznar, ay omá vaya coñazo que pienso soltar. Despues de un mes sin actualizar resulta que de repente vivo en pecado, aunque antes quizás pecaba más, que soy un trabajador más que se levanta puteado por las mañanas como un hombre de bien y que incluso me he ido de compras y tengo jerseys nuevos -odio ir de compras pero cuando voy, una vez cada dos años, curiosamente quiero comprármelo todo-. Entre medias de tanto cambio he ido a un porrón de conciertos y he descubierto una vez más que un buen concierto entierra otro buen concierto y así se pasa la vida.
Hace siglos vimos a Maga sin saber que eran ellos y fué tan decepcionante que acabé dándole al pacharán. Despues vimos a Russian Red y me aburrí como una ostra. Para folk dame algo yanqui y no una madrileña que canta bien, pero menudo tostón. Inciso - Aún así, Laika forever, que yo soy un muermo -.
Y hace ni se sabe fuimos Zara Kebab y yo a un día de la segunda edición del CuVa (Culturetas Vanguardistas... por lo menos) en Santander. Al llegar al estupendo Palacio de Festivales bajo la lluvia, había un charla-coloquio-mesaredonda hipercómica sobre, en teoría, la organización de un festival. Un tal Jose, con su sombrero pirata estilo Fito, contaba sus historietas con la SGAE y no cesaba de repetir que él "no se bajaba música de internet" y que la juventud no sabía "a qué olía un vinilo", y que él escuchaba vinilos y cedés "que le acompañaban a todas horas mientras hacía sus trabajos" (que por cierto, no dijo qué trabajos, quizás se refería a hacer amigos en el Tuenti ó a comentar vídeos de Víctor y Ana en el YouTube, o qué sé yo). Zara Kebab se quedó con muchas ganas de hablar de la cantidad de gigas que ella se había bajado, de las maravillas del soulseek (ella es de las que sigue utilizando el soulseek) e incluso levantó la mano, pero desafortunadamente no hubo tiempo para más.
Despues de este momento tragicómico vimos a cuatro grupos.
Nos sentamos en segunda fila en el anfiteatro de lujo que es la Sala Pereda, con el escenario por debajo de nosotros y a escasos cinco metros. O sea, inmejorable. Como siempre, pensábamos, PJ Harvey, Joe Crepúsculo -Joe Crepúsculo es DIOS-, Pixies, qué genio nos gustaría que apareciese por allí.
Y aparecieron los Franz Ferdinand de Santander, Stereotypo, y Zara Kebab no dejaba de decir que "estos la lían parda en la carpa el próximo FIB, ya verás" y yo creí que lo decía de coña, pero no era así. Trajes negros, corbatas blancas, bases pregrabadas que habían pedido prestadas a Dover, dos guitarras y un batería, y canciones calcadas a FF (y una a Interpol). Eso sí, su concierto se convirtió en una fiesta como prometía el panfletillo del programa.Despues les tocó a Secret Society, pero no triunfaron porque no era el día aunque hay que reconocer que el muchacho canta bien y toca bien, y sus canciones no están del todo mal. Pero despues de Franz "Stereotypo" Ferdinand no pegaba y además Secret Society es uno de esos grupos que tienen pinta de enganchar más en disco que en directo y eso es MUY MALO.
Más tarde, despues de unas pulgitas de jamón y tercios de Mahou a 2 euros rodeados de vejetes (cosa que agradecí, ya que en Russian Red en otro teatro eran todo niñas modernas de colegio de pago), tocaron El Columpio Asesino, y yo aluciné un montón. Nunca los había oído y me imaginaba más rollo El Canto del Loco con un toque circus. Pero no.La mala vida. Un sonido brutal, un guitarrista que se había metido muchas cosas por la nariz y tardó como 5 canciones en encontrarse, un bajista chulo, el Novoselic de Navarra, una rockera pamplonica vestida de negro y con medias de estas molonas que aporreaba los teclados, un batería cantarín más jevi que yo qué se, un percusionista con sombrero que tocaba la trompeta (de ahí me saqué yo el rollo circus, de la foto del panfletillo), etc etc. Y cómo sonaba aquello. Al final tocaron una versión de Vamos de Pixies y creo que es la mejor versión que he oído nunca. Y uno de los conciertos que mejor sonido y más alto recuerdo. Cuando salí a por mi pulga de jamón y mi Mahou repetía que aquel era el mejor concierto que había visto jamás. Fue impresionante.
Pero un buen concierto entierra otro, y despues salieron Low, un grupo de canciones preciosas y muy singular en directo. Me bajé a pié de escenario, apoyé mi cutre cámara en el borde mientras Alan tocaba Murderer, pero de los nervios y la emoción me puse a sudar como un pato. Me imaginaba a un enorme bouncer con pinganillo echándome a patadas del lugar. Cosas del super yo.
Le hice unas cuantas fotos y volví corriendo muy agachado y apurado a la segunda fila. Un momento mágico, porque yo soy muy flipado y mi vocación frustrada es la de periodista y fotógrafo. Una gozada.
Despues, tocó aguantar a dos idiotas que hacían comentarios entre canción y canción, y me dió mucha verguenza ajena. Zara Kebab se emocionó mucho en el concierto, sobretodo cuando cantaban Alan y Mimi a la vez. Era muy bonito, pero creo que casi nadie lo entendía. En fin, que a mí me dieron un poco de pena (cuando algo así te da pena he aprendido que el que realmente se da pena es uno mismo, y lo tengo asumido: ¿por qué habrían de darme pena unos señores que se dedican a lo que precisamente me gustaría dedicarme a mí, y que son considerados por mucha gente como unos genios?). Pero Mimi parecía aburridísima y Alan el pobre parecía que estaba en la misa del gallo. Lo único que dijo en todo el concierto fue, "es maravilloso estar aquí, en esta ciudad, ¿no oís las olas del mar?. Es el aliento de Dios". Pero es que, en Santander, lo más popular es Bustamante, y despues, la Fuente de Cacho (que está guay si hay calimocho o cerveza aguada de por medio, que yo soy del Racing, oigan, que me he pasado media vida en Santander,... aunque la gente sea de lo más stranger por allí,... y no es que yo viva en New York,... yo vivo en VALLADOLID).
Nos fuimos tratando de averiguar en qué hotel se quedarían Alan y Mimi, imaginándonos que se meterían en la cama y Mimi leería un poco y Alan vería unos capítulos de alguna serie de mormones, y llegamos al único bar indie de Santander, y allí nos topamos, cómo no, con los grandes triunfadores de la noche, los Stereotypo.
Una semana despues, o sea, el viernes pasado, fuimos a Madrid a ver el Primavera Club, y yo no tenía ni putas ganas. Pero cómo me lo pasé. Como un enano es poco. Cuántos gintonics bebí, qué bien me sentaron, cuántas canciones bailé y cuantas canté, como colofón, en un bar-superfiesta llamado La Antigua, donde ponían La Bola de Cristal, Nino Bravo, Camilo Sesto, Marisol, Rafaella Carrá, y un sinfín más de canciones que poco tienen que envidiar a OMD y otros grandes grupos del synth-pop de aquellos 80´s.
Los conciertos del Primavera molaron mucho, pero otro día los cuento... Sólo comentar que este señor enterró a Low, a todos los mormones, a Bustamante, a Marisol, a la Carrá y a El Columpio Asesino sin inmutarse.